viernes, 5 de noviembre de 2010

Decadencia o desarreglo de los sentidos.

No quiero escribir nada hoy
tan sólo observar, esperar, sentir mi figura como se me desprende
del pensamiento al desgarrarla con los dientes.
Arder mientras zozobra el tacto de mi piel que se arrastra
contra la mañana irreversiblemente.
Un pájaro golpea sobre el cristal
y desde el cielo las estrellas se agitan
haciendo llorar el amanecer desnudo.
No queda afán en mi aliento, ni voz
en mi pecho que vista mi alma.
Ahora, cada vez más desnudo como un ángel que aguarda
evocando un secreto, un murmullo líquido, redentor.
Lucen vagamente las simetrías rotas de este mundo,
y quien las ve no puede volver a mirar de otra forma
sino es con labios secretos.
Sólo quedará el contorno de nuestra piel bajo el espejo
de la memoria que aguarda la muerte.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho, Josito. Éste es el que más me ha gustado de momento. Creo que es porque ha conseguido eso que algunos poemas consiguen a veces, de ser leídos en el momento justo en el que lo necesitas, y dar justo en el clavo. Hoy el otoño es frío en Valencia y hace un día perfecto para sentarse a leer algo a este cálido lado de la ventana. En este caso, ese algo ha sido tu poema y le ha dado a esta tarde un "extra" de calidez que la ha convertido en muy agradable. Gracias!

    (pd- Básicamente lo que quería decir con este mensaje es: sí, alguien lee tus poemas) ;)

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  2. Jose,con cada poema te superas...gracias por tu sensibilidad...es el don más preciado que te hace único e irrepetible...me has emocionado nuevamente...te quiero

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